Nata y Toto protagonizan esta historia; ella, una mujer sin apegos, alejada de todos esos «pequeños afectos» que puedan lastimarla, y él, un perro que ama incondicionalmente y que anhela estar en brazos de Nata sin importar las circunstancias.
Es una puesta en escena que invita a pensar ¿Qué es lo que queda de nosotros cuando alguien se va?