Hoja de ruta.

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A las autoridades que corresponda:

En concordancia con lo manifestado en el mes de marzo, para perder “solo” el año 2020 en la actividad teatral y musical, se requiere promover el regreso de la misma a partir de primavera. Aquel mensaje que podía resultar lejano y pesimista hoy se convierte en el mejor escenario, ya que si así no fuese, se empezaría a hipotecar también parte de la temporada 2021, agravado por cómo impactaría, además, en los contratos y cartelera en los centros de veraneo.

Vale puntualizar que esta posible hoja de ruta, que planteo a mano alzada, siempre la imagino sujeta al resultado sanitario que se experimente en el transcurso de la situación que vivimos, atento a que lo antepongo a cualquier otra prioridad o interés.

  • Abrir espacios “de abajo hacia arriba” en cantidad de personas y/o capacidad nominal, creciendo el porcentual autorizado del aforo instalado por períodos, sujeto al resultado del protocolo sanitario.
  • Reconocer, sin perjuicio de la autorización para retomar la actividad, que el mismo público tomará su propia dinámica al  retornar paulatinamente a las salas. Eso será producto de una lógica primera inercia post cuarentena, más una economía hogareña más dañada que antes del inicio de la pandemia. El aforo real lo determinará la confianza del espectador/a.
  • Por consiguiente, la apertura en la última parte del año que propongo, aunque deficitaria desde lo económico, sería una manera de prepararnos para encarar la temporada 2021 con alguna mejor posibilidad. Serviría a los efectos de “adelantar el miedo” en el público, además de retomar los contratos de trabajo hoy inexistentes.
  • Recordemos que los espectáculos necesitan, a diferencia de un local comercial que puede abrir sus puertas de un día para otro, unos dos meses de preparación previa para ensayos y lanzamiento. Nuestra actividad en un punto se asemeja a lo ya definido para los vuelos de cabotaje, a los cuales se autorizó desde ahora la venta de pasajes para el 1 de septiembre.
  • Siempre bajo un protocolo específico para espectáculos públicos, privilegiando el cuidado de las audiencias y el de los/as trabajadores/as, tener certezas también empezaría a tranquilizar a la comunidad artística, hoy sin perspectivas y mayoritariamente angustiada. Además, de no concretarse, en caso de trasladar la apertura de los espectáculos recién al verano, comprometería gran parte de la temporada 2021, anulando también el movimiento del espectáculo fuerte en los centros veraniegos.

 

A disposición.

 

(Este texto fue enviado, con respuesta positiva inmediata, al Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta y a su Ministro de Cultura, Enrique Avogadro)