Según cuenta la leyenda, en 1934 Gardel estaba actuando en la NBC de New York cuando se le presentó un joven admirador, ansioso de conocer al «gran barítono rioplatense», que no era otro que Frank Sinatra a sus 19 años.
Ese punto de partida disparó una idea muy atractiva: la noche en la que Gardel y Sinatra quedaron encerrados en un camarín… Gardel, tratando de sacarse de encima a su fastidioso fan. Sinatra, tratando de entender la pasión que percibía en las canciones del Zorzal…Los dos, iniciando una amistad que se mantendría para siempre.
Las mujeres, los amigos, el barrio, el juego, el lunfardo, las buenas y las malas compañías… son sólo algunos de los temas que recorren Carlitos y Frank mientras interpretan lo mejor del repertorio gardeliano en el estilo y el idioma del Mudo… y en el estilo y el idioma de la Voz.
